Ahorra para tu retiro y gana

A nadie nos gusta pagar impuestos, pero es una obligación que debemos cumplir. Ahora, si por ello obtenemos una ganancia, resulta atractivo hacer nuestra declaración; y si el beneficio es doble, mucho mejor ¿no crees?

Este beneficio lo obtenemos si invertimos en un Plan Personal de Retiro (PPR), los cuales tienen una doble ventaja. Por un lado, te permiten deducir hasta 10% de tu ingreso total acumulable en el ejercicio, de acuerdo con la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR).

Esto siempre y cuando dicha cantidad no exceda el equivalente a cinco salarios mínimos generales del área geográfica que corresponda anual; es decir, 104,864 pesos en el Distrito Federal, de acuerdo con el Artículo 176 de la LISR.

Por otro lado, el Artículo 218 de la misma ley menciona que puedes aportar anualmente hasta 152,000 pesos adicionales, de esta forma el inversionista tendrá un doble beneficio ya que aparte de tener un regreso de impuestos obtendrá el rendimiento del propio fondo.

Tanto las aportaciones como los rendimientos generados, están exentos mientras permanezcan en esta cuenta y su retiro también estará exento si ocurre después de los 65 años de edad, en caso de invalidez o incapacidad, de acuerdo con las leyes de seguridad social.

La LISR establece que las personas físicas contribuyentes tienen derecho a diversas deducciones para el cálculo del impuesto anual.

Este plan aplica para todas las personas en ciertos fondos que están amparados bajo los artículos 218 y 174, fracción quinta, de la ley del ISR. Ahí se estipula que hay inversiones que tienen ese beneficio fiscal, siempre y cuando se hagan antes del al 31 de diciembre, dice Juan Carlos Pelayo.

Raúl Robledo, Director de Toriba Consultores, S.C., explica que si se tiene un ingreso anual de 900,000 pesos, y no hay deducciones, el impuesto a pagar es de 252,000 pesos, pero si se invierten 247,000 pesos en un PPR, el impuesto a pagar se reduce a 182,840 pesos. Una diferencia de 69,160 pesos.

A partir de los 65 años puedes retirar parcial o totalmente el monto invertido, junto con el rendimiento y el dinero que será entregado libre de retenciones.

Si retiras los recursos antes de cumplir con la permanencia obligatoria, las aportaciones realizadas, así como los intereses reales actualizados, se considerarán ingresos acumulables en los términos de la LISR y estarán sujetos a una retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de 20%, tasa que es benigna dado que la normalmente es de 30%.

En esta eventualidad, el beneficiario o heredero estará obligado a acumular a sus demás ingresos del ejercicio todos los retiros que efectúe.

Raúl Robledo agrega que el Plan Personal de Retiro «no es una sociedad de inversión, sino que es un producto que te da acceso a estos instrumentos. Normalmente, cuando inviertes en el banco, siempre hay una retención de 0.5% anual, aunque otorguen una tasa mínima, pero los fondos del PPR no tienen retención. Son una maravilla, porque al no tener retención dan un rendimiento mayor».

“Yoga” Financiero: Ahorra e invierte

Por: Isabel Mayoral

Si ya identificaste y presupuestaste una cantidad para ahorrar mensualmente ¿en dónde vas a colocar tus ahorros? Al invertir, pones a trabajar el dinero que ahorras, lo cual genera más dinero e incrementa tu riqueza.

Una inversión es cualquier cosa que adquieres para obtener un ingreso o beneficio en el futuro. Las inversiones se incrementan por medio de la generación de ingresos (intereses o dividendos) o a través de incremento de su valor (apreciación).

El ingreso generado por tus inversiones y cualquier apreciación en el valor de tus inversiones incrementa tu riqueza, dice la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en Dallas.

Tanto el ahorro como la inversión son el aplazamiento del consumo, comenta Alejandro Valenzuela director del Departamento de Finanzas y Economía del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México.

«Si nada más estuviéramos buscando mantener ese consumo en el tiempo lo podríamos llamar ahorro, pero si consideramos que se puede utilizar para sacarle más provecho de ese consumo que se está aplazando, lo podríamos llamar inversión; y aquí ya entran todas las diferencias en cuanto a riesgo, tiempo y todos los aspectos que hacen la diferencia entre ahorro e inversión», dijo Valenzuela.

Elige bien tus opciones para invertir tus ahorros. Las buenas inversiones te generarán dinero, las malas te costarán dinero.

En su informe «Cómo crear riqueza», el banco de la Reserva Federal de Dallas recomienda hacer la tarea. Reunir toda la información posible. Buscar consejo del personal del banco en donde tienes tu inversión, o de otros expertos calificados en finanzas.

Alejandro Valenzuela comenta que al invertir se debe tomar en cuenta varios aspectos. «La parte que estaría en juego serían las preferencias en cómo enfrentar el riesgo de pérdidas. Al invertir, una persona debe analizar qué tanta aversión al riesgo tiene«.

«Una persona con menos aversión al riesgo está más dispuesta a incurrir en riesgos bien medidos y perfectamente identificados. No es que busque perder, porque nadie deposita su dinero ante riesgos que no se pueden medir», destaca Valenzuela.

La Fed de Dallas propone una forma de crear riqueza utilizando el interés compuesto. Éste es el interés que se paga sobre el interés ganado antes, así como sobre el depósito o inversión original.

Por ejemplo, 5,000 pesos depositados en un banco a una tasa de 6% de interés anual ganan 415 si el interés es compuesto (se suma) mensualmente. En sólo cinco años, los 5,000 se convertirán en 7,449. El interés compuesto tiene un mayor efecto en plazos más largos.

Existe otra cara del interés compuesto: el que se te carga. Es el que pagas por compras realizadas con tu tarjeta de crédito, indica la Fed.

Relación entre riesgo y rendimiento

Cuando ahorras e inviertes, la ganancia esperada se basa en el riesgo que tomas. Generalmente, mientras más alto es el riesgo de perder dinero, mayor es la cantidad de rendimiento esperado. A menor riesgo, el inversionista deberá esperar un menor retorno.

Por ejemplo, una cuenta de ahorros en una institución financiera se encuentra totalmente asegurada por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), hasta por un máximo de 400,000 UDIs (Unidades de Inversión), que aproximadamente equivalen hoy a 1,780,000 pesos. El retorno (o el interés que se paga por tus ahorros) será por lo general menor que el retorno esperado por otro tipo de inversiones.

 

Alejandro Valenzuela puntualiza que hay algunos elementos que el futuro inversionista debe tomar en cuenta:

Tus metas financieras. ¿Cuánto dinero quieres acumular dentro de un cierto periodo de tiempo? Tus decisiones sobre inversión deben ser un reflejo de tus metas para la creación de riqueza, dice la Fed.

Tiempo límite. ¿Por cuánto tiempo puedes invertir tu dinero? Si vas a necesitar tu dinero en un año, quizás quieras arriesgarte menos que el riesgo que tomarías si no fueras a necesitar tu dinero durante unos 20 años.

Tolerancia al riesgo. ¿Estás en una posición financiera como para invertir en opciones de mayor riesgo? Debes arriesgarte menos si no puedes soportar que tu dinero se pierda o disminuya su valor.

El banco de la Reserva Federal de Dallas agrega que hay que medir el riesgo de inflación. Éste es un reflejo de la sensibilidad de los ahorros y de las inversiones a la tasa de inflación.

Aunque algunas inversiones como una cuenta de ahorro no corren el riesgo de perderse, existe el riesgo de que la inflación sea mayor a la tasa de interés de la cuenta. Si la cuenta gana 5% de interés, para que puedas obtener una ganancia, la inflación debe mantenerse por debajo de 5% anual.

La forma más simple de empezar a ganar dinero es abrir una inversión en una institución financiera. Puedes sacar ventaja del interés compuesto, sin ningún riesgo.

 

Estimación del riesgo de inversión

Mis metas financieras son:

Mi tiempo límite es de:

Mi tolerancia al riesgo financiero es:

  • PEQUEÑA
  • MODERADA
  • SIGNIFICATIVA

«Hay que pedirle a la gente que se acerque al banco que más confianza el tenga y deposite sus ahorros. Sí sería muy bueno que la sociedad mexicana empezara a invertir en Bolsa. En EU el porcentaje de población que maneja cuentas que involucren acciones es casi 60%, en México no llegamos ni al 2%», expone Valenzuela.

«Sí se requiere que la gente se haga responsable de su dinero. No nada más es por el lado de proteger la riqueza presente, sino que aparejado con el proceso de aprendizaje nuestro sistema financiero se enriquecería».

La riqueza empieza a los 40

Los 40 son una edad mágica. Y no lo digo sólo porque uno se esté acercando a ellos, sino porque son una etapa realmente interesante:

En la adolescencia queremos miles de cosas (gadgets, ropa, permisos, carros) y la mayoría de las veces no obtenemos lo que queremos. Frustrante (aunque formativo).

De los 20 a los 30 viene una temporada de locura de compras, salidas y gastos porque ya trabajamos, tenemos nuestro propio dinero, pero nadie nos dice lo que tenemos que hacer (¡Yaiii!).

También estamos más propensos a cometer errores, como pagar todo con tarjeta de crédito y no liquidarla, comprar un auto mucho más caro de lo que podemos pagar, no ahorrar un peso y llegar a la quincena ‘fríos’, etcétera. ¡Ah!, pero qué bien lo hemos pasado.

De los 30 a los 40 se comienza a poner bueno: ya pasamos por algunos trabajos y decidimos lo que queremos para el resto de nuestra vida profesional, estaremos casándonos y empezando a tener familia (adiós a los antros, el ligue, los corazones rotos y las altas cuentas en bares).

Surgen nuevas responsabilidades como rentar una casa, pagar todos sus servicios, pensar en muebles en lugar de viajes, gastos de los bebés, etcétera.

Y cuando tocan los 40 hemos llegado (estadísticamente) a la mitad de la vida. Los retos son interesantes, pero pueden corregir muchos de los errores del pasado y nos dan la oportunidad de afianzar el futuro de nuestra familia.

 

5 desafíos que debes enfrentar

  1. Necesitas tener un fondo de emergencia, equivalente a por lo menos tres meses de tus ingresos mensuales, para que puedas enfrentar cualquier acontecimiento y no tengas que echar mano de tus inversiones.
  2. No importa la edad de tus hijos, debes hacer un testamento. Este documento los protege del gobierno (impuestos fuertes), peleas entre hermanos y parientes, etcétera.
  3. Asegura tu salud. Eres el sostén de tu familia. En caso de una enfermedad fuerte, larga, crónica o simplemente costosa, el seguro de gastos médicos mayores es la mejor protección que puedes darte a ti y a los tuyos. Asegura también a tus hijos y a tu pareja.
  4. Termina lo más pronto que puedas con las deudas de consumo. Merman tu salud financiera, tu capacidad de ahorro y tus planes a largo plazo.
  5. Hablando de largo plazo, es clave que a los 40 empieces a desarrollar una buena visión de largo alcance. Comienza tu ahorro para el retiro ¡Ya! Si cuentas con una afore, incrementa tus aportaciones y procura abrir otra cuenta personal de retiro (que es deducible de impuestos) para tener una buena diversificación.

 

Tres consejos que debes tomar en cuenta

  1. Planea bien los pasos a seguir para terminar de pagar tu casa. La idea es no arrastrar esa deuda demasiado tiempo. Si no has comprado casa, traza el mapa para hacerlo lo más pronto que puedas sin que te ponga en riesgo económico.
  2. Ahorra desde que nacen tus hijos para la educación (si se puede). No te preocupes si a los 18 años tu hijo no quiere estudiar en una universidad, podrás usar ese dinero para el enganche de su primer depa o como ahorro para su retiro.
  3. Los 40 son diferentes a las décadas anteriores, aunque presiento que se parecerán mucho a los 50. Hay que aprovechar que, a esa edad, nos encontramos en el mejor momento de salud, madurez, compromiso y productividad.

Ahorradores, los nuevos capitalistas

El capital de las empresas ya no proviene mayormente de familias o estados, afirma Jorge Fabre; el académico señala que los recursos provienen de los ahorros invertidos en fondos de pensiones.

México debe aprovechar la oportunidad de financiamiento que representa el ahorro de los fondos de pensión o de inversión, afirma el experto. (Foto: Cortesía SXC.

CIUDAD DE MÉXICO — La Economía Global se genera por el cambio tecnológico que genera mayor conectividad global, mejoras en transportación, mejoras en comunicación, y adicionalmente se propicia la integración económica internacional por el estímulo que las menores tarifas arancelarias y las divisas interconectadas provocan en los flujos globales de capitales.

La maduración de mercados en países desarrollados ha producido como consecuencia un bajo crecimiento doméstico, mismo que ha sido el principal catalizador de las exportaciones agresivas y la desregulación. Esto genera más competencia, mayor velocidad de los mercados, mercados de consumidores más grandes y menos barreras de entrada.

Ahora bien, los cambios en las organizaciones que observamos en la última década fueron reestructuraciones, programas de calidad, fusiones y adquisiciones, cambios estratégicos y cambios culturales, pero en realidad los cambios por venir son mucho más profundos de lo que hemos visto.

¿Quién tiene la propiedad y quién toma las decisiones en las corporaciones del futuro?
Los dueños actuales de las corporaciones más grandes del mundo no son las familias ricas ni los estados, sino los millones de personas que tienen los ahorros de toda su vida invertidos en las acciones de las corporaciones a través de esquemas como fondos de pensiones o sociedades de inversión mutualista.
El ahorro de los trabajadores que se ha convertido en propiedad en los mercados de capitales es un fenómeno que nunca antes había sucedido, al menos en México.

Los cinco fondos de pensiones más grandes en Estados Unidos son los de los empleados servidores públicos de California (2), los del estado de Nueva York, los del estado de Florida y el de empleados del Gobierno federal de ese mismo país. Juntos tienen más de 5 billones de dólares
En el 2004, el 69.4% de las 1,000 empresas listadas en las Bolsas de Nueva York más grandes de todo Estados Unidos eran propiedad de los fondos de pensiones. Esto representa un cambio único en nuestra época.

Analicemos: En 1963 los inversionistas individuales (los fundadores de las empresas) eran dueños del 54% de las empresas listadas en el Reino Unido. Ahora controlan menos del 15%. Mientras tanto, los inversionistas institucionales tenían más del 70% de las acciones de todas las empresas listadas en el 2005 en el Reino Unido. En 1963 tenían solo el 25%.

No es ninguna sorpresa el hecho de que el 65% de los trabajadores en el Reino Unido tiene un plan de pensiones activo y privado, y de igual manera en los Estados Unidos entre el 50 y el 60% de las familias invierten en los mercados de capital. Este cambio único en nuestra época no está limitado a los países anglosajones. En Europa continental, en Japón, en Brasil, en Corea y en otros lugares, el cambio en la propiedad es similar, sin embargo, los que controlan las corporaciones siguen siendo los mismos desde hace décadas, y lo hacen con mecanismos de preferencia en votos, restricciones, bloques, votos múltiples, pirámides de propiedad, y otros mecanismos de restricción de los derechos corporativos.

Los fondos de pensiones son el jugador más relevante de los mercados financieros a nivel mundial. La liquidez de nuestro tiempo es histórica. Nunca las posibilidades de financiamiento han sido tan vastas. ¿Y en América Latina qué pasa? En Chile las Administradoras de Fondos de Pensiones administran el equivalente al 120% del Producto Interno Bruto de ese país en sus portafolios; en Brasil tienen sus fondos de pensiones aproximadamente el 60% de su PIB; en Colombia los fondos de pensiones tienen acumulado el equivalente al  40% del PIB; en Perú y en México cerca del 25%.

Este tamaño se refleja directamente en la actividad bursátil y en el financiamiento a las empresas privadas: en el 2006 hubo 4 empresas que realizaron ofertas públicas primarias en Argentina, país en el que existen 101 empresas listadas en su Bolsa de Valores. En ese mismo año hubieron 30 ofertas primarias en Brasil, país con alrededor de  347 empresas listadas. Hubo siete en Chile que tiene un total de 244 empresas listadas, cuatro en Colombia que tiene 94 empresas listadas y cuatro en México que tiene 130 empresas listadas. En el 2006, en India se realizaron 248 ofertas primarias para llegar a un total de 5,952 empresas listadas y en Tailandia hubo 18 ofertas para llegar a un total de 518 empresas en su Bolsa de Valores.

Sólo como dato de comparación, en Perú y Chile las Administradoras de Fondos de Pensiones pueden tener el 100% de su portafolio en acciones locales o extranjeras.

Estos Inversionistas Institucionales (fondos de pensiones, sociedades de inversión, aseguradoras y fondos de capital privado) han mostrado ser excelentes catalizadores del buen gobierno corporativo de las empresas. Esto lo han logrado a través de la insistencia para incidir en la elección de miembros del Consejo de Administración, en el ejercicio efectivo de las funciones de la propiedad, en contar con estructuras de gobierno corporativo efectivas, en velar por tener pocas restricciones para ejercer los derechos de los accionistas, en promover políticas explícitas de gobierno corporativo y de activismo accionario, en exigir la revelación de conflictos de interés, y por último en buscar la coordinación entre inversionistas institucionales para promover la toma de decisiones «informada».

Estos son los actores del nuevo capitalismo.

Aquí la pregunta obligatoria es ¿cuándo va a pasar esto en México? Nuestro país tiene con muchos esfuerzos una convergencia ideológica, económica e institucional con los miembros del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Es un excelente proveedor de manufacturas, recursos humanos y energéticos a EU y Canadá. Sin embargo, el modelo de negocio preferido por los empresarios sigue siendo el de un crecimiento moderado y con el capital cerrado a pocos socios.

Alrededor del 65% de las empresas más grandes del país tienen sus acciones en poder de tres o menos accionistas. Adicionalmente, tradicionalmente los consejeros son familiares, directivos y amigos de los socios. Si bien el control familiar puede ser una ventaja competitiva, – ya que alinea las decisiones con el largo plazo, posibilita el seguimiento de estrategias poco convencionales (flexibilidad), existe un deseo de construir un negocio para futuras generaciones, y hay un compromiso de la administración familiar hacia su empresa -, la realidad es que el cambio más grande que nuestro país enfrentará es el influjo de liquidez a los mercados públicos y privados que los fondos de pensiones, las sociedades de inversión, los fondos de capital privado y las aseguradoras inyectarán al sector privado en la próxima década.

Los inversionistas institucionales podrán adquirir porcentajes elevados de las acciones y de la deuda de las empresas más exitosas de México.

Esta posibilidad de financiamiento a niveles nunca antes vistos, permitirá crecer y escalar los negocios a velocidades mayores, y requerirá de institucionalización a través del gobierno corporativo de las empresas que decidan aprovechar la oportunidad que la globalización y el ahorro de los mexicanos nos presenta.

49 millones sin plan de retiro en México

Sólo 1.1 millones tiene un programa de jubilación, que por lo general sólo cubre el mínimo de ley; de 639,248 empresas, sólo 1,625 ofrecen ese beneficio a sus empleados, según un estudio de Mercer.

Un empleado debe ahorrar 10% de su salario mensual para vivir con una jubilación del 30% de su último sueldo. (Foto: Jupiter Images)

CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión.com) — De los 51 millones de mexicanos que conforman la Población Económicamente Activa (PEA) sólo 1.1 millones tienen un plan de retiro, de acuerdo con la encuesta sobre planes de pensiones de jubilación de Mercer.

Esto significa que de las 639,248 empresas que hay en el país, sólo 1,625 ofrecen este plan a sus empleados, según la encuesta de la consultora de recursos humanos.

El análisis se realizó a 160 empresas privadas mexicanas y multinacionales, de tamaño mediano, grande y jumbo de diferentes sectores del país.

El 62% de las empresas da como plan de retiro sólo la indemnización legal, es decir, 3 meses de sueldo más 20 días de salario por año trabajado.

«Un trabajador que laboró 30 años en una empresa, y se jubila a los 35, recibirá un promedio de 23 meses de su último salario», dice el director de la práctica de retiro de Mercer, Arturo Luna.

Esta cantidad es insuficiente para vivir si se toma en cuenta que una persona jubilada tiene que repartir este dinero entre 25 y 30 años, periodo que dura la jubilación.

Nunca es demasiado tarde o pronto para empezar
El tener un retiro digno significa empezar el ahorro desde el inicio de la vida laboral, ya que será más fácil obtener una cantidad razonable.

Por ejemplo, si un trabajador se quiere retirar con el 30% de su último sueldo, deberá ahorrar el 10% durante 30 años.

Los empleados en México ahorran un promedio de 6.5% de su salario gracias a la Afore, lo que significa que tendrán el 20% de su último salario para el retiro.

Esta cifra disminuye si el último sueldo está arriba del tope del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es decir, si gana más de 41,000 pesos mensuales.

«50 millones de mexicanos no tienen un plan de pensión en su empresa, así que optar por un Plan Personal de Retiro (PPR) es la mejor forma de asegurar el futuro», señaló Luna.

Un plan de jubilación adecuado depende de las necesidades de cada individuo, pero existen al menos 4 aspectos básicos que el empleado debe tomar en cuenta:
1.Las comisiones que se cobran por el manejo del fondo de pensión.

2.El rendimiento que le da su instrumento de ahorro. El mexicano tradicionalmente ahorra en pagarés, cuentas bancarias o tandas, sin embargo, las ganancias generadas son en la mayoría de los casos menores a la inflación, por lo que el dinero pierde su poder adquisitivo.

3.Los beneficios adicionales que el plan le ofrezca como deducciones o aportaciones por parte de la empresa.

4.Seguridad jurídica, es decir, que el administrador del fondo para el retiro sea una institución legalmente establecida en México, que le proporcione confianza para depositar su dinero.

7 pasos para elegir un fondo

Antes de escoger un instrumento, verifica la información y asegúrate de que tu dinero esté a salvo.

Define tus necesidades

Estos instrumentos deben ser un traje a la medida de tus necesidades.

Asegúrate de haber pensado lo que pretendes alcanzar financieramente y qué tan pronto deseas alcanzarlo.
También debes considerar el tipo de riesgo que estás dispuesto a tomar. Por ejemplo, si te interesa una inversión de largo plazo con bajo riesgo, o una inversión más agresiva.

La gente nerviosa debe enfocarse en fondos de inversión que inviertan 100% en papeles gubernamentales, pues aunque los rendimientos son menos conservadores, no tiene riesgos de fraude ni crediticio, asegura el director general de la operadora y distribuidora de fondos Skandia México, David Buenfil.

Regla de oro: «La gente debe aprender que los productos que ofrecen rendimientos espectaculares con bajo riesgo no existen; a mayor rendimiento, mayor riesgo, pero nunca existe un riesgo cero», dice el director de Banca Patrimonial de la operadora de fondos de Inversión Prudential Financial, Juan Musi.

Obtén asesoría

No inviertas en algo que desconoces, mejor pide asesoría. (Foto: Archivo)

Puedes hacer tu propia selección sin la necesidad de un consejero financiero o independiente. Sin embargo, deberás realizar una investigación y conocer de algunos términos.

Si no es el caso y consideras necesario contar con la asesoría de un experto, trata sólo con un consejero certificado o debidamente verificado, en el caso que sea independiente.

Regla de oro: «Nunca hay que invertir en algo que se desconoce, lo mejor es que el asesor de fondos explique detalladamente en qué y cómo están manejando tu dinero, si tienes alguna duda o suspicacia, es preferible no hacerlo», asegura el director de Análisis de la operadora Actinver, Francisco Suárez

Los jugadores

Un inversionista informado obtiene mejores rendimientos. (Foto: Archivo)

Las sociedades de inversión, o fondos, tienen el fin de canalizar los ahorros de pequeños y medianos inversionistas al Mercado de Valores.

Las sociedades se dividen en operadoras y distribuidoras de fondos.

Las operadoras son empresas que presentan los servicios de administración a las Sociedades de Inversión, así como los de distribuidores y recompra de acciones, según la propia definición de la CNBV.

A su vez, las distribuidoras son instituciones financieras cuyo objetivo es asesorar a los clientes en la compra de los distintos fondos de inversión que hay en el mercado.

La administración y distribución de las inversiones son exclusivas del operador que las genera.

A septiembre de 2008 había en México 518 sociedades de inversión con un millón, 953 mil 782 clientes, lo que indicó un crecimiento de 3.89% respecto al trimestre previo, según datos de la CNBV. La cartera en ese periodo fue de 923 mil 121 millones de pesos.

Papelito habla

Verifica que la institución financiera esté legalmente establecida y regulada. (Foto: Archivo)

Una operadora de sociedades de inversión, sea casa de bolsa, banco o independiente, debe estar autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

A su vez, una sociedad de inversión también debe estar autorizada por la CNBV y registrada ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). También deberá tener autorizado un régimen de inversión de acuerdo al tipo de sociedad y al prospecto que tenga registrados con la autoridad.

Puedes verificar la información a través de la página de Condusef, o directamente a los teléfonos 53 400 999, del DF y Área Metropolitana; o al 01 800 999 80 80, del interior de la República. La información también está disponible en la página de la CNBV.

Lee el prospecto de información

Leer el prospecto de información es una obligación. (Foto: Archivo)

Un requisito indispensable es que la operadora que distribuye (compra y vende las acciones) la sociedad de inversión debe entregarte un prospecto de información sobre la estrategia de la sociedad de inversión.
Este prospecto debe tener una autorización de la CNBV. Tú como inversionista tienes la obligación de firmar de recibido por cada prospecto o modificación que recibas, por lo que se asume que leíste cuidadosamente la información, la entendiste o preguntaste tus dudas antes de colocar tu dinero en cualquier sociedad de inversión.

El prospecto debe contener toda la información que razonablemente se ha considerado que necesitas para tomar una decisión de inversión informada.

Además del prospecto, debes recibir un folleto simplificado que resume algunos de los principales puntos del prospecto de información.

¡Ojo! Al firmar el acuse de recibo, te compromete indirectamente a leerlo y entenderlo, ya que es una aceptación de las condiciones de inversión en dicha sociedad de inversión. De ti depende el interés que pongas en entenderlo o preguntar para aclarar tus dudas antes de depositar tu dinero en la sociedad de inversión.

Regla de oro: «Es una obligación del inversionista leer el prospecto donde aparecen los riesgos de cada inversión. La información se detalla de forma sencilla, pero si hay dudas, es necesario que pregunten y las aclaren», aconseja David Buenfil.

Obtén información sobre las sociedades

Investigar el mercado financiero es una buena opción. (Foto: Archivo)

Debes apoyarte principalmente en el consejero certificado que te está ofreciendo invertir.

Te debe proporcionar el prospecto de información al público inversionista antes de que puedas invertir, además de otra información como: la última cartera semanal, sus últimos estados financieros y la calificación otorgada, comportamiento histórico de sus precios y gráficas de otros indicadores.

También puedes realizar tu propia investigación sobre las sociedades de inversión o su comportamiento en el medio financiero.

Regla de oro: «No hay recetas mágicas, y el único método seguro de invertir es hacerlo con toda la información pertinente. El ahorro disciplinado es la manera de alcanzar los objetivos financieros», dice Juan Musi.

No olvides los riesgos

Todos los instrumentos tienen riesgo, evalúa el que estés dispuesto a aceptar. (Foto: Archivo)

Los riesgos que enfrenta un inversionista, entre otros, son:
El de mercado, que es la sensibilidad a los movimientos en las tasas de interés y/o la alta volatilidad en el mercado accionario. Este riesgo se asume, ya que la sociedad de inversión mantiene en su cartera instrumentos de deuda que pagan distintas tasas de interés. Si la tasa en el mercado sube, el precio de estos valores puede bajar y entonces la cartera de la sociedad valdrá menos afectando a la baja el precio de las acciones de la Sociedad. Este mismo riesgo se puede también presentar cuando las carteras están integradas por acciones y la volatilidad en sus precios es alta.

El riesgo devaluatorio, que puede generar una pérdida en el valor de la cartera por la depreciación de la moneda.

De Crédito o de Incumplimiento, que se da por parte de las emisoras de aquellos valores integrantes de las carteras o de las entidades que actúan como contrapartes en varias de las operaciones en las que participan las sociedades de inversión. Si deseas invertir en Sociedades de Inversión, puedes acudir a una sociedad operadora, casa de bolsa, institución de crédito o sociedad distribuidora de acciones, en donde te elaborarán un estudio sobre tu perfil como inversionista, te informarán de los riesgos, requisitos y, en su caso, montos mínimos de inversión requeridos y de las políticas de liquidez establecidas para cada una de ellas.

Regla de oro: Los especialistas concuerdan en que no existe ningún instrumento de inversión con riesgo cero, así que debes evaluarlo muy bien antes de creer en fondos con rendimientos espectaculares y de bajo riesgo.