Invalidez permanente: ¿el fin del amor?

En México existen poco más de 28.7 millones de viviendas.  En 4.6 millones de ellas habita una persona con una discapacidad; es decir, 16.4% o casi 1 de cada 6 hogares en el país tiene al menos un integrante discapacitado, así lo dio a conocer la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) en octubre del 2016.

Una de las coberturas más importantes de las pólizas de seguros es la de indemnización por invalidez permanente.  La OMS define la invalidez como “la reducción de la capacidad funcional para llevar una vida cotidiana útil”. “La invalidez es el resultado no sólo de un impedimento físico o mental sino también la inadaptación del individuo a ese impedimento”.

En la práctica, entre las causas más frecuentes que provocan una discapacidad están las enfermedades, las cuales pueden ser genéticas, hereditarias o adquiridas. Se pueden generar también por causas externas tales como accidentes, violencia criminal o fenómenos naturales (sismos, tsunamis, incendios o huracanes, por ejemplo.)

Frecuentemente vemos como la tragedia de una invalidez permanente en un hogar cae en el proveedor mayoritario de recursos, y es entonces que todos se complica debido a los incrementales gastos y la súbita reducción de ingreso; obligando a la familia a realizar cambios fuertes en sus estilos de vida, desde cambiarse de casa y hasta abandonar escuelas privadas.

Es precisamente en este punto donde los seguros cobran verdadera importancia. El recibir una indemnización en vida para enfrentar no sólo los gastos cotidianos, sino también el pago de primas en pólizas de gastos médicos que ayuden a sobrellevar dicha incapacidad. Existen coberturas para recibir un beneficio en caso de invalidez permanente, para eximir del pago de primas una póliza de seguro y recibir un monto de dinero al llegar a cierta edad o de otorgar un beneficio a la familia en caso de fallecer.  Incluso hay coberturas que no exigen la incapacidad permanente, sino tan sólo el diagnóstico de una enfermedad grave para recibir una indemnización.

Dicen que cuando la escasez entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Muchas personas niegan este dicho, pero ¿cuántos de ellos han tenido que vivir con alguien discapacitado y sin ingresos durante toda su vida?  Cuando la necesidad se alivia con el beneficio de un seguro, esta posibilidad dejará de ser parte de ese hogar.

¿Dinero o valores?

Si les das Dinero a tus hijos y no les das Valores, el Dinero se PERDERA.

Si les das Valores a tus hijos y no les das Dinero, entonces los Valores también se PERDERAN.

LA RAZON DE ESTO ES: El hambre es más fuerte que una “Jerarquía de Valores”.  Todos sabemos que robar es malo; pero cuando una persona está en absoluta necesidad, ella estará muy tentada a robar.

El Dinero no es bueno, el Dinero no es malo. El Dinero es Poder y los Valores enseñan dónde y cómo usar este Poder. Así que la mejor combinación es dar a tus hijos mucho Dinero y muchos Valores y observar cómo impactan a su mundo alrededor.

Si tuvieras la opción de elegir cuánto dinero te gustaría dejarles a tus hijos…. ¿cuánto sería? ESTO puede ser creado por TI a lo largo de tu vida hasta que llegues a esa cantidad… mientras ese momento se logra, utiliza SEGUROS para generarte esa meta.  El SEGURO es es tu HERRAMIENTA para crear lo que soñaste. El SEGURO no es un producto; es un reemplazo de lo que no se pudo terminar/lograr en nuestra vida.  USALO para crear el futuro que quieres ver para tu familia. www.toriba.net

La vida después de la jubilación: ¿Es verdaderamente el dinero la prioridad?

¿Qué es lo que realmente deseas de tu etapa de retiro? ¿tiempo? ¿dinero? ¿ambas cosas? Infinidad de personas que se jubilan terminan aburriéndose y regresan a trabajar. Si le dedicas tiempo y pensamiento a lo que será tu vida de jubilado hoy, podrías ahorrarte un montón insatisfacciones y desencantos en el futuro.

Asesores financieros recomiendan “jubilarse hacia algo en lugar de jubilarse de algo” – muchas personas tienden a aburrirse en su retiro porque no tienen algo a lo cual retirarse a hacer. Empezar a procurarse una nueva afición puede ayudar a hacer ese cambio de estilo de vida al que llegaremos ineludiblemente.

Un buen camino es el de reconectar con la historia de qué metas tenías en algún punto de vida y que eventualmente se lograron.  De igual manera, este podría ser un nuevo momento de fijar nuevas metas, presupuestos e incluso, logros personales. 

Por ello, ahora que te encuentras jubilado – o muy cercano a ello – ¿qué te gustaría hacer con tu tiempo? ¿Qué te gustaría lograr? Si no has escrito una lista de metas acordes a la vida de jubilado, es buen momento de hacerlo.  Muchos consultores financieros explican cómo algunos de sus clientes no planearon lo que harían una vez jubilados, y entonces observaron cómo ellos iban decayendo, frecuentemente física y mentalmente… rápidamente. 

Por esta razón, esa lista debe incluir metas a corto y mediano/largo plazo, actividades que evoquen actividad mental y física. Todo entra en juego aquí: jardinería, pesca, abrir un negocio, aprender un idioma, ¡hasta dormir tarde se vale! Es tu lista personal.

A tu lista original agrega cualquiera de los siguientes intereses que quizás ocurrieron o no en años anteriores:

+ Independencia financiera

+ Viajes / recreación / deportes

+ Una segunda carrera

+ Atender la salud

+ Regalos y tiempo con la familia

+ Educación, auto-mejora

+ Afiliación a organizaciones

+ Participación social y comunitaria

Estos puntos aumentan tu lista pero siempre asegúrate de incluir aquellas cosas que son de suma importancia para ti. Una vez terminada esta lista, habrá que ordenarla en jerarquía de importancia. Agruparlos incluso. De esta forma será más fácil enfocarse en lo más genuinamente importante en tu vida.

Una encuesta reciente reveló algunos falsos conceptos sobre la jubilación. Uno de ellos era que la gente al jubilarse experimenta mucho menos estrés en sus vidas. Sólo 39% de los encuestados encontraron que esa creencia era cierta.  Este 39% fueron aquellas personas que dedicaron tiempo y dinero en sus tiempos productivos a apostarle a vivir más allá de su edad de retiro, cuando las posibilidades de no ser tan productivo como antes se incrementarían.

Hacer este ejercicio en edades previas a las próximas a jubilarse te darán mayores probabilidades de realmente vivir una vida libre de estrés después de los 60/65 años.

¿Qué dará a tu vida propósito después de llegar a la jubilación? En muchos casos los jubilados se dedican a sus familias, especialmente a los nietos; a hobbys, deportes o a ser voluntarios en la comunidad u organizaciones diversas.  Realmente no importa qué elijas, lo que es un hecho es que sin dinero no es factible vivir una vida libre de estrés y sólo se pensará en dedicarse a actividades como éstas siempre y cuando sean lucrativas.

 El momento de visualizar el retiro es precisamente durante las edades productivas y no un par de años previos a este punto.  Piénsalo. ¿Trabajar a tus 70 años?

¿Es necesario tener seguro de vida después de la edad de retiro?

Definitivamente existen profesionistas que jamás durante su vida laboral tuvieron que analizar opciones de contratación de seguro de vida.  Sus empleadores siempre lo ofrecieron como parte del paquete de prestaciones empresa tras empresa.  Sin embargo, ahora que están llegando o ya están en edad de retiro, ya no hay empresas pagándoles este beneficio, y se preguntan si sería buena idea tomar una nueva póliza en su propio presupuesto o vivir sus años dorados sin una. ¿Cuál será la opción correcta?

Para empezar, digamos que no hay una sola respuesta correcta que aplique para todos. Cada persona se fincó durante su vida laboral su propia realidad de retiro. Algunos reciben la pensión del IMSS que su salario les pudo ofrecer, otros apostaron a invertir en su Afore, otros fomentaron inversiones en bienes raíces o en planes de retiro personales. Algunos otros no hicieron nada de esto. Por lo tanto, lo que es ideal para unos, no lo será tanto para otros.

Lo que hay que recordar siempre es la función primordial del seguro de vida: proteger a los miembros de una familia de la posible pérdida de ingreso en caso de que un proveedor principal llegase a faltar.  Partiendo de este precepto, existen cuestionamientos principales para resolver caso por caso, algunos de ellos serían:

¿De dónde proviene el ingreso mayoritario?

De esta misma pregunta surgen otras nuevas como ¿qué pasaría si el esposo pensionado de una pareja en edad de retiro fallece y la viuda no tiene una pensión propia?. O bien, ¿qué sucede si la pareja fallece intestada y se avecinan juicios por parte de los hijos u otros familiares del fallecido, de dónde saldrá dinero para pagarles inmuebles o tan sólo los gastos de abogados y cortes?

Estas preguntas obligan a considerar escenarios, pero los únicos que se salvan de contar con una póliza serán aquéllos que no tienen dependientes económicos directos y han arreglado un testamento igualitario y justo para sus beneficiarios.

¿Han llegado a la edad de retiro endeudados?

Quisiéramos llegar a esta etapa de la vida libres de deudas, pero hemos visto que rara vez sucede así. Hay préstamos de inmuebles que aún se pagan, de autos;  a veces los adultos mayores llegan cargando deudas de sus hijos, incluidos los estudios universitarios no sólo de ellos, sino de los nietos también. Si este es el caso, siempre será recomendado tener una póliza de seguro de vida.

¿Existe el deseo de robustecer la herencia?

Al morir, los bienes que dejamos van a pasar por la rasurada de Hacienda, es por ello que frecuentemente vemos inmuebles que no están regularizados o bien, libres de gravámenes.  Se reciben, pero no se notifican y quedan a nombre del difunto permanentemente.  Esto puede complicar demasiado las cosas cuando se busque venderlos o traspasarlos, pero no se hace porque simplemente no hay dinero para hacerlo.  De igual manera, cuando hay una empresa familiar de por medio, ¿cómo pueden liquidar a algún socio, familiar o no, su parte si no hay el dinero para hacerlo? El seguro de vida puede resolver a la familia todos estos trámites para que la herencia pase a la siguiente generación intacta y en regla sin comprometer el patrimonio de los beneficiarios.

En resumen: Puede parecer contraproducente renunciar a un seguro de vida después de tanto tiempo de haber contado con él, pero también puede ser que genuinamente ya no se necesite.  Si no hay ingresos que reemplazar, si no hay deudas en el patrimonio, si el/la cónyuge y los hijos son autosuficientes y no hay preocupaciones sobre cómo se arreglarán los bienes de una herencia, pues hay una gran probabilidad que no se extrañe la ausencia del seguro de vida. Pero si hay tan sólo una pequeña duda sobre al menos uno de estos temas, es innegable que se necesita cuanto antes el consejo de un buen asesor financiero, en especial si aún se tiene menos de 70 años de edad ya que crucialmente en este respecto, el tiempo es en verdad oro.

Con el gobierno, nada es seguro

Son frecuentes las preguntas acerca del manejo de riqueza ante la edad de retiro y lo que se puede hacer para hacerlo más jugoso en el menor tiempo posible. Mientras más va llegando la persona a 60 años, mayor es el número de dudas y más urgentes se piden las respuestas.

Muchas veces, estas preguntas surgen cuando ya es muy tarde para tener una reacción contundente y no queda más que conformarse con las opciones que puedan ayudar a maximizar pensiones y ahorros del cliente.

Es un hecho que en los gobiernos de muchos países, las reglas a este respecto van cambiando; muchas veces los legisladores que apoyan beneficiar la palanca del sector demográfico de la tercera edad son precisamente aquéllos que van acercándose a ese momento. Pero los progresistas, los más jóvenes, tienden a apoyar las regulaciones que alargan las edades de retiro o bien, que truncan el monto de las pensiones, dado que mucho de ello implica sacrificios de recaudación para el erario.

Estamos viendo una tendencia a ir postergando más y más las edades de jubilación por parte de otros países.  A este momento, España la edad de jubilación es de 67 años para quienes no hayan alcanzado a cotizar 38 años y 6 meses de trabajo. En Reino Unido, este parámetro ya estaba en 67 años y acaba de ser modificado a 38. México sigue en edad 65, sin embargo, después de que se liberó al IMSS del pago de pensiones y entró la Ley de 1997, donde ahora las Afores pagan estos beneficios; la cantidad de pensión recibida es drásticamente disminuida.  Si a esto agregamos que agunas de las Afores han presentado minusvalías en los ahorros de sus aforistas en ciertos años, los compromisos con ellos se han disminuido considerablemente. 

De esta forma, la mejor estrategia es la de fomentar para sí mismo desde hoy las opciones de las que se hará uso mañana.  Esto equivale a cierta planeación, la cual, para un país como México donde la gente desea retiro a edades tan tempranas como los 55-60 años, es indispensable.  Nuestra edad oficial de jubilación es 65 años (y 1,250 semanas cotizadas, lo cual equivale a más de 24 años de trabajo!).  Ahora la pregunta es: ¿cuántos años te faltan para dejar de ser productivo? Un buen asesor debe presentarte las mejores opciones del mercado, independientemente de quién las ofrezca. Protección vs Rendimientos, de eso debe tratarse tu consulta y encontrar la solución ideal para el tiempo que te quede y el nivel de ingresos que tengas. Ante los cambiantes gobiernos y para no perder la cabeza, lo mejor es diseñarse a sí mismo su plan B.

Cuando un seguro de vida te paga indemnización por invalidez permanente, ¿qué deberías hacer con el dinero?

De acuerdo a un caso de estudio, se plantea esta situación para una familia que recibió el beneficio de invalidez permanente equivalente a 5 años de ingreso anual cuando el padre, principal ingreso familiar, tuvo un ataque al corazón.  Su asesor financiero les dio un buen consejo para asegurar que la familia tuviera suficiente para salir adelante en caso de un evento de esta naturaleza.

Sin embargo, ¿qué debieron haber hecho con este dinero versus lo que de hecho hicieron con él?

Empezaremos con lo que que hicieron…

  1. Seis meses después de recibirlo, él se compró un Rolex.
  2. La familia entera se tomó unas vacaciones largas de verano que les costó poco más de tres meses de su salario.
  3. Engancharon una nueva casa y pusieron el resto del dinero que quedaba como garantía hipotecaria.
  4. El se compró el auto de sus sueños.
  5. Renovaron su casa actual.

Al final de todo esto, de la indemnización total, la familia se quedó con el equivalente a menos de tres meses de ingreso.

¿Tomaron las decisiones correctas? Algunos podrían decir: “bueno, es su dinero y tienen el derecho de elegir cómo y cuándo gastárselo. Además, ¿a poco él no vivió lo que siempre quiso, sus deseos de vida al final? Aparte, las vacaciones a lado de su familia que lo ama debieron ayudarle a su recuperación; ¡y todo esto sin contar las inversiones de capital a largo plazo que amarraron!”

Todos éstos son puntos válidos, pero ahora tomemos un momento para pensar con detenimiento en otros temas:

1.- Esta persona no será asegurable nunca más.

2.- El hizo una inversión de capital en forma de una propiedad pero también tomo una deuda mayor a lo que invirtió…. la cual tampoco podrá ser asegurable en el evento de que se presente otro evento crítico de salud y es evidente que una recaída es una posibilidad muy real.

3.- Compró lujos con un adelanto de ingresos que no habría comprado si no hubiera contado con ese dinero para empezar. (No era un bono salarial… pero fue tomado como tal).

Muchas familias no están al tanto de qué hacer en el caso de recibir un gran monto de dinero por invalidez permanente, y las aseguradoras pagan este tipo de indemnizaciones cada día, no hay vuelta en eso.

La responsabilidad de un buen consejero financiero es guiarlos a:

  1. Fideicomisar una parte del dinero para poder recibir una cantidad fija mensualmente para salir adelante de gastos fijos de la familia.
  2. Mantener de ser posible una cantidad aparte para compromisos como colegiaturas o incluso para tercera edad si se está cercano a ella ya que es cada vez más es un hecho de que incluso después de haber sufrido un padecimiento crítico la gente continúa viviendo por varios años más. Es muy importante no convertirse en una carga preocupante para los hijos.
  3. Si se está invirtiendo en una propiedad, no apalancarse de tal forma que la obligación sea muy pesada como para solventarla en caso de una recaída. Es importante que el ingreso de las rentas no se gaste, sino que se conserve en el mismo fideicomiso o en otro instrumento de inversión.
  4. Revisar y fortalecer las pólizas de seguro de otros miembros de la familia para que cualquier otro evento desafortunado no agudice las dificultades prevalecientes.
  5. Todo esto debe realizarse siempre conservando la cobertura médica familiar ideal para la situación.

Lo que consultores encontramos con mayor frecuencia respecto a estos temas es que falta lo más básico y elemental de todo: hablar al respecto en familia. Hay temores de tratar temas difíciles ya que obligan a pensar en cosas no tan agradables pero las familias que tienen una mayor solvencia que el promedio, son las que tienen una comunicación financiera abierta y más asertiva respecto al futuro.

Mujeres, con más riesgo de no obtener una pensión digna

Uno de los problemas que les impide a las mujeres alcanzar una pensión digna es que entran y salen del mercado laboral formal con mayor frecuencia que los hombres. El ser madres o convertirse en freelance las aleja cada día de continuar con su cotización a la seguridad social y, en consecuencia, con sus aportaciones al sistema afore. (Desde Expansión por Samantha Alvarez)

Para tener derecho a una pensión, bajo el sistema de cuentas individuales, es necesario haber cotizado 1,250 semanas, es decir 24 años. En promedio, apunta la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro (Consar) para el retiro, los mexicanos tienen una tasa de cotización del 42.9%. Lo que quiere decir que casi la mitad de su vida laboral la pasan en el sector informal o se convirtieron en población no económicamente activa.

Entre los grupos de trabajadores que podrían estar más desprotegidos en la vejez se encuentran las mujeres, cotizantes de bajos ingresos, aquellos que se incorporaron tardíamente al mercado formal y aquellos que no realizan ahorro voluntario, apunta la Consar en su reciente informe Movilidad y formalidad laboral en México.

¿Qué hacen después de dejar su empleo?

85% se dedica al hogar.

9% estudia.

5% busca un nuevo trabajo.

1% emprende

¿Cuánto necesito para mi retiro?

Desde el blog de nuestro colega, Joan Lanzagorta de Planea tus finanzas, les compartimos el siguiente artículo con excelente enfoque hacia tu planeación en edad de retiro.

Hace muchos años me puse a pensar sobre cuánto necesito para mi retiro. Y en esa reflexión me dí cuenta que la mayoría de las personas vamos a vivir, sin recibir ningún ingreso, la mitad del tiempo que estuvimos trabajando.

Es decir: las personas usualmente tienen una vida laboral que dura alrededor de 40 años – desde los 25 hasta los 65 años – quizá un poco más. Y es posible que todavía vivamos 20 años o más.

¿Cuánto Necesito para mi Retiro?

Para calcular el monto que necesito para mi retiro, lo primero que tenemos que tener muy clara es cuál es mi esperanza de vida.

Según el INEGI, la esperanza de vida en México es de 77.8 años para las mujeres, y 73.1 años para los hombres. Pero este es un promedio nacional, que incluye a la población más marginada (que en México es más del 70% de la gente). Con los avances que ha tenido la ciencia médica – y que promete tener en el futuro – yo pienso que cualquier persona de clase media o superior debería pensar que va a vivir más. Sería trágico que se nos acabase el dinero antes, por ello es importante ser conservador.

El plan de mi retiro siempre lo he manejado suponiendo que viviré hasta los 85 años. De hecho ahora estoy pensando replantear mi plan para ver qué sucedería y cuánto más tendría que ahorrar, si llegase a vivir hasta los 90 años de edad.

Eso significa – si me retirase a los 65 años, viviré entre 20 y 25 años más sin recibir ningún ingreso, más allá de mi pensión  y lo que haya logrado ahorrar durante mi vida laboral.

Ahora debo pensar en cuánto dinero necesito cada mes para poder vivir sin preocupaciones. En este sentido, debo pensar que en ese entonces ya habré pagado la hipoteca de la casa y mi hija ya será económicamente independiente. Por lo que seguramente en mi retiro tendré menos gastos. Aunque por otro lado, los gastos médicos (incluyendo el seguro) se elevan muchísimo a medida que uno envejece. Además me gustaría tener la posibilidad de viajar.

Por ello, aunque algunos recomiendan a la gente planear su retiro considerando que pueden vivir bien con el 70% de sus ingresos actuales, yo he preferido hacer planes para mi retiro tomando en cuenta mi nivel de gasto mensual promedio – incluyendo mi hipoteca y la colegiatura de mi hija.

Mi gasto mensual promedio lo multiplico por 12 para obtener mi gasto anual promedio. Esa cantidad la multiplico por 25 – que es la cantidad de años que pienso que viviré durante mi retiro, para obtener la cantidad que necesitaré tener acumulada cuando llegue ese momento.

Por ejemplo: una persona que gasta 10,000 pesos mensuales – 120,000 anuales – necesitaría tener ahorrado, al momento de su retiro, alrededor de 3,000,000 a precios de hoy.

Si uno gasta 20,000 pesos mensuales, necesitaría el doble: la friolera de 6,000,000 a precios de hoy.

Claro: una parte estará en la Afore, pero dependiendo de nuestro nivel de ingreso, es probable que no cubra ni la mitad de este monto. Por eso es indispensable planear – y ahorrar – el resto.

¿Y la Inflación? ¿Y las Tasas de Interés?

Algunas personas quizá podrían criticarme. Me podrían decir que durante mi retiro parte del dinero sigue generando intereses y que por lo tanto, la cantidad que necesito tener en ese momento es menor. Es cierto, pero mucha gente invierte de manera muy conservadora durante su retiro, ya que prefiere no correr riesgos. Por ello, el rendimiento que puede esperar de sus inversiones es equivalente a la inflación. Es decir: el poder adquisitivo de su dinero no crecerá, sino que en el mejor de los casos se mantendrá. Por eso prefiero no tomar en cuenta ese efecto.

Por otro lado, también mencioné arriba que estas cantidades son “a precios de hoy”.

Desde luego, dentro de 25 años por el efecto inflacionario el dinero va a valer mucho menos que hoy. Lo cual significa que seguramente necesitaré mucho más.

Pero nadie puede predecir la inflación. Por ello, el monto que calculamos “a precios de hoy” debe ser actualizado cada año con respecto a la inflación. También debemos actualizar anualmente el monto que tendremos que ahorrar cada mes para esta meta. Si no, jamás nos saldrán las cuentas.

Como mencioné en este post, el ahorro a largo plazo – como es el ahorro para mi retiro – siempre lo debemos calcular a precios de hoy, y utilizar en nuestros supuestos el concepto de “tasa real”.

Ahora bien, la pregunta del “millón” es: ¿Cuánto debo ahorrar para lograr esta cantidad al momento de mi retiro? Llámanos y concerta una cita de asesoría con nosotros y haremos el cálculo contigo para que puedas elegir tu estrategia personal más efectiva.

[email protected]

5 Secretos financieros de las personas que se jubilan anticipadamente

En Estados Unidos, el americano promedio se retira a la edad de 62 años de acuerdo a la encuesta más reciente de Gallup.  Sin embargo, aún en un ambiente económico de bajos intereses, es posible dejar de trabajar antes de esa edad.

Aquí se describen algunos tips para establecer una plataforma financiera sólida que permita decirle adiós a la jornada laboral de 9 a 5 más rápido de lo esperado.

#1: Tener idea de su situación.

No se puede elaborar un mapa hacia el retiro sino hasta tener una clara idea de qué tan cerca (o lejos) se está actualmente de ello.  Esto significa tomar acciones como identificar gastos concienzudamente, identificar asertivamente el valor de los activos actuales (carros, casa, terrenos) e ir calculando con cierta periodicidad el valor neto del patrimonio en mano.

Una herramienta muy útil para estos efectos es la calculadora del retiro, un simulador de flujos de efectivo hacia el futuro para poder visualizar entradas y salidas de dinero y la posibilidad de que dure o se agote en un período de tiempo.  Esto permite entender que cosas se deben de hacer para lograr que el dinero ahorrado o que provenga de pensiones se alargue lo más posible en edad de retiro. Esta calculadora puede ser de ayuda: calculadora para el retiro

#2: Elaborar un plan.

La mayoría de la gente no cuenta con un plan financiero comprensivo que contemple el retiro anticipado, lo cual simplemente implica que no lograrán jubilarse antes de tiempo y en muchos  casos, simplemente dejar de trabajar.

Los siguientes factores pueden impactar significativamente tus planes a tercera edad:

a) Si se está dispuesto a trabajar aunque sea tiempo parcial una vez alcanzada la edad de retiro.

b) A qué edad se jubilará el/la cónyuge.

c) Habrán costos médicos que no estarán cubiertos por IMSS, ISSSTE o el plan contratado de Gastos Médicos Mayores?

d) Estarán los fondos acumulados al retiro invertidos en instrumentos eficientes en sus rendimientos y en sus consideraciones fiscales?

e) Si se llegaran a requerir servicios de asistencia médica o enfermería, cuánto dinero adicional requerirían? Habrá suficiente colchón económico para solventarlos?

Una encuesta del Instituto para la Investigación de Beneficios a Empleados muestra que sólo el 44% de los trabajadores estadounidenses han calculado alguna vez cuánto necesitarán para jubilarse dignamente.  En México, se estima que sólo el 4% de la población económicamente activa ha hecho esta indagación.

#3: Rasurar gastos.

Es primordial comprometerse con un presupuesto de gastos mensual regularmente.  Por cada dólar diario que se asigne a un gasto innecesario en particular, se necesitarán $9,000 dólares de ahorro para compensar su ausencia del plan de retiro.  Un gasto en particular que evapora nuestro dinero y nuestros ahorros son los intereses generados en tarjetas de crédito, créditos hipotecarios y arrendamientos de automóviles.  Este tipo de gastos van en total contra de nuestros sueños de retiro anticipado y deben de considerarse seriamente antes de incurrir en ellos.

#4: Diversificar ingresos

Diversificar las inversiones de nuestro fondo de pensión es importante, pero también lo  es contar con fuentes de ingresos múltiples.  En lugar de estar evaluando inversiones basadas en crecimiento de mercados, analistas aconsejan a aquéllos mayores a 55 años a buscar inversiones que ofrezcan flujos positivos predecibles y consistentes.

#5: Cuidado con las comisiones.

Las comisiones financieras pueden mermar los ahorros en el largo plazo. Por ejemplo, un portafolio de $100,000 dólares con 1% de comisión fija va a valer $30,000 dólares menos a lo largo de 20 años si lo comparamos con uno que pague comisión de sólo un 0.25%

Lo que es importante recalcar es que muchas de estas comisiones aparecen frecuentemente ocultas;  por lo que concentrarse en la contratación de planes que incluyan una comisión clara y recuperable en los mismos rendimientos a través de lealtad de inversionista a largo plazo suenan como la opción más inteligente.

¿Gastos Médicos como prestación en tu empresa? ¡Excelente! pero lee esto…

Al trabajar para un empleador que te ofrece la prestación de un seguro de gastos médicos mayores en tu paquete de compensaciones, podemos decirte lo afortunado que eres ya que representa un buen ahorro anual en tu bolsillo.

Te recomendamos, sin embargo, tomar en cuenta ciertas consideraciones, ya que muy probablemente estés tranquilo de saber que estarás cubierto para recibir atención médica privada y calificada en casos de accidente o enfermedad. Una póliza de grupo (las que por lo general otorgan las empresas) tienen una fecha de expiración: cuando te separes de tu trabajo.  Aparte, frecuentemente tienen un límite en lo que responderán en cuanto a tus gastos médicos o los de tu familia. Aquí algunos casos que cayeron en estas implicaciones:

Luisa de 37 años de edad, soltera, trabajó 9 años como ejecutiva en una empresa privada de tecnología, disfrutando de la prestación de una póliza de gastos médicos de grupo, por recorte de personal se queda sin protección y al tratar de contratar una póliza individual, ya no es sujeta de aseguramiento por el padecimiento prexistente de  artritis reumatoide que padece desde hace tres años.

Alejandro de 44 años de edad empleado de una agencia automotriz, padre de dos hijos pequeños, le diagnosticaron leucemia aguda y hoy se agotó su suma asegurada (600 Salario Mínimo General Vigente, poco más de un millón de pesos.) No sabe cómo conseguirá los recursos económicos para continuar con el largo tratamiento que requiere, y que podría rebasar los 5 millones de pesos.

Ramiro de 66 años de edad laboraba en una empresa de alimentos, al jubilarse, trató de continuar con su protección de gastos médicos mayores en una póliza individual, pero en diversas aseguradoras ha sido rechazado por rebasar el límite máximo de aceptación.

Estas experiencias serían diferentes si ellos se hubieran asesorado y conocer a tiempo las alternativas de protección.  Hay recursos para evitar estos supuestos y lo que más debes procurar en tus finanzas personales es tener opciones ante problemáticas propias de la vida.

Nuestra asesoría te permite destapar todas las maneras de hacerle frente a estos riesgos.  Esos ahorros por recibir este tipo de prestaciones se maximizan cuando se ejercen hacia una estrategia a futuro que te garantice seguridad y protección de tu salud y de tus finanzas.

Búscanos, estamos para ayudarte.